
En agosto de 1964, el presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson dijó que fuerzas norvietnamitas habían atacado dos veces destructores de los EE.UU. en el golfo de Tonkin. Más tarde se demostró que eran puras mentiras, pero ya era tarde: EEUU ya había ingresado directamente en una guerra contra Vietnam del Norte.
por Mario Rivas
Cuando era niño pregunté por el motivo del Muro de Berlín. «Es para proteger a la Alemania socialista de las agresiones de los yanquis», me dijeron. Y crecí con ese convencimiento.
Incluso me recuerdo defendiendo ese Muro. Claro que yo, pobre ignorante, defendía un concepto, no una realidad.
Años después vi fotos de ese Muro oprobioso, escuché testimonios de familias que habían sido divididas por él, amé a Nina Hagen que había escapado en un globo aerostático, compartí la tristeza de los alemanes del Este.
En noviembre del ’89 festejé la caída de ese Muro infame. Sin saberlo estaba festejando también el nacimiento del siglo XXI.
Desde entonces aprendí a desconfiar de las informaciones, vinieran de donde viniesen. Cada hecho puede tener múltiples explicaciones («No hay hechos, hay interpretaciones» decía Nietzsche llevando este concepto al extremo) y también es cierto que hay hechos que son pura ficción. ¿Acaso no se ha ido a la guerra con incidentes inventados? La lista es larga, tan larga como larga es la historia de las ambiciones de los imperios a través de los siglos.
Así, en los últimos días, nos informaron que la aviación de Muammar Al
Gaddafi había bombardeado indiscriminadamente poblaciones civiles en Libia, a raíz de las revueltas que sacuden a ese país. Un hecho repudiable desde todo punto de vista, máxime para los argentinos que aún tenemos memoria del bombardeo a Plaza de Mayo el 16 de junio del ’55.
Sin embargo, no hay fotos de estos bombardeos o imágenes fílmicas. Al menos yo no las encuentro. Durante dos días, en tres oportunidades, le hemos solicitado, vía Twitter, a la corresponsal para América Latina de la cadena Al Jazeera, Dima Khatib, que nos proporcionara los links correspondientes donde se ven los efectos de dichos bombardeos sobre la población civil de Libia. Hasta el momento silencio de radio.
Por su parte hoy Seif Al-Islam Gaddafi, hijo del presidente de Libia, reiteró que el Gobierno de su país nunca realizó un bombardeo contra los civiles que manifiestan en contra del Ejecutivo nacional. “Muéstreme un solo ataque. muéstreme una sola bomba, muéstreme alguna muerte. La fuerza aérea libia nada más destruyó los sitios donde había municiones, los grandes almacenes de municiones. Eso fue todo”, desafió.
No digo que Gaddafi no haya bombardeado a poblaciones civiles. Digo que todavía estoy esperando que me muestren las pruebas de dichos bombardeos.
Y digo también que detrás de las resoluciones de condena de la ONU, de los embargos impuestos por los EEUU y sus aliados a Libia está el objetivo de quedarse con el petróleo de ese país.
Que alguien me explique sino el doble rasero que utilizan estos organismos internacionales para condenar a Gadaffi por un supuesto bombardeo y no emiten ni siquiera una línea de condena a los permanentes bombardeos israelíes a palestinos indefensos. Y de esos criminales actos sí que hay documentos.