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Felices sueños
In Felices sueños on 7 abril, 2011 at 22:30Peligra la salida de La Mañana de Córdoba
In Medios de Comunicación, Noticias on 7 abril, 2011 at 20:20Locales, Medios de Comunicación, 7 Abr (Redacción).- Recibimos el siguiente comunicado de los trabajadores del periódico La Mañana de Córdoba:
«La Mañana de Córdoba, diario con casi 14 años de vida en esta provincia, corre el riesgo de cerrar por abandono empresarial. La situación es gravísima y peligra la fuente de trabajo de cien familias cordobesas. Los dueños del diario, Walter Rubino y Fernando Salvi, hace tres meses que no aparecen. Si mañana viernes no se pagan $18.000 a Comercio y Justicia, no tendremos quien imprima el diario. Y si no se pagan $25.000 a los fleteros que hacen la distribución, el diario dejará de estar en la calle.
En cuanto a los sueldos, los trabajadores de radio LV2, que también pertenece a Rubino y Salvi, hace dos meses que no cobran. En La Mañana nos deben un mes, y hoy nos entregaron $150 a cuenta.
Nos consta que hay importantes ingresos por publicidad del Estado nacional, de Télam, de la Provincia, de numerosos municipios y del sector privado. La deuda con la AFIP por aportes previsionales es millonaria, al igual que con las obras sociales y prepagas. Lo mismo ocurre con las contribuciones sindicales y con la ART. Hoy no contamos con ART. Esto constituye un delito penal por retenciones indebidas, ya que a todos se nos descuenta los montos correspondientes para jubilación, obra social, etc.
Por otra parte, en quince días seríamos desalojados del local de avenida Colón 771 donde funciona La Mañana desde hace más de seis años. Se deben tres meses de alquiler y no sabemos qué sucederá al respecto.
Rubino es uno de los dueños de la firma Ivecor, con sede en Monte Maíz, contratista del Estado Nacional en numerosas obras públicas. Salvi, por su parte, es funcionario del Estado Nacional como director del programa Factory del Banco Nación y fue intendente de Villa Ascasubi. Hace tres meses que no aparecen en el diario».
Córdoba, la oscura, tuvo ayer un rayo de luz
In Apuntes rápidos, por Mario Rivas on 7 abril, 2011 at 19:14
Un discurso fundamental para los cordobeses ofreció ayer Cristina en la Plaza de la Intendencia de la capittal mediterránea. (foto EOCD)
por Mario Rivas
Ayer estuvo Cristina en Córdoba. Y debo confesar que cuando llegué a la Plaza de la Intendencia me asombró la poca convocatoria que tenía el acto. En el momento de mayor concentración, alrededor de las 19 hs. seríamos unas cinco mil personas.
Pero bueno, esto es Córdoba. Una ciudad profundamente conservadora, reaccionaria… y radical. ¿Qué esperabas? ¿Qué ayer hubiese habido 20 mil personas en el acto? Por otra parte, ¿quién convocaba? ¿Giacomino, Schiaretti?
De todas maneras, Cristina brindó un discurso contundente como una roca: no con declamaciones ni promesas, con datos concretos de la economía real que vivimos todos los cordobeses.
Por supuesto que los medios se dedicaron durante todo el día de hoy a resaltar los pucheritos del gobernador por haber sido estruendosamente silbado durante su opaco discurso, la amenaza de Schiaretti de no participar más en un acto de Cristina, los dimes y diretes de una interna que no se acaba más. Del discurso de Cristina, poco y nada.
Yo la escuché tranquilo, apoyado en un árbol de la calle Bolívar que estaba prácticamente como día domingo y comiéndome un choripán. Y aprendiendo.
Me asombré cuando supe que el acueducto de Laboulaye tardó noventa y tres años en concretarse: “desde 1913 ciudadanos de Córdoba y ciudadanas de Córdoba pedían no para tener agua, sino para tener agua sana, sin arsénico, con que vivir dignamente y con salud. Se tardó 93 años en hacer frente a una obligación indelegable del Estado, pero aquí estamos”, dijo Cristina. A ese acueducto lo vi nacer, crecer y ahora lo disfruto porque ya no tengo que ir a comprar agua para tomar unos mates cuando voy a lo de mi suegra en La Carlota, por donde también pasa.
De los irrebatibles e impresionantes datos económicos que expuso la Presidenta hubo uno que me impactó profundamente porque demuestra lo mucho que se ha avanzado. En el 2003 se produjeron en Córdoba 17.041 vehículos y el año pasado 191.734 vehículos. ¡Un 1.025 % de aumento en la producción! Cualquiera sabe lo que significa la industria automotriz para Córdoba y lo que implica que sus mayores fábricas están trabajando a pleno en jornadas de tres turnos diarios con obreros altamente capacitados.
Luego vendrían más datos y la mención a las mujeres corajes del campo: “Teníamos un país donde se remataban los campos y las mujeres tenían que ponerse en las tranqueras para impedir que fueran rematados esos campos. Yo lo recuerdo muy bien, la recuerdo a Lucy de Cornelis y mujeres agropecuarias en lucha. Recuerdo una Argentina endeudada hasta los tuétanos”, dijo la Presidenta y a mi se me hizo un nudo en la garganta porque me vino a la mente esas mujeres evitando los remates a fuerza de cantar el Himno Nacional, me vino a la mente aquel productor agropecuario en el velorio de Néstor cuando le agradecía a la Presidenta porque desde 2003 no se ha rematado ni una sola hectárea en la Argentina.
Pero no sólo números estuvieron en el discurso de Cristina. “Recuerdo, como si fuera hoy (refiriéndose al 2003), no había partido político, no había sector que no dijera que la deuda externa, que el déficit fiscal tornaba inviable a la Argentina. Y aquí vinimos nosotros, y cuando digo nosotros no hablo en términos personales, nadie más alejada que yo para concebir a la historia y a la política como algo personal e individual. Eso es para los mediocres, para los que se creen tan buenos que creen que ellos solos pueden, yo no soy así, nunca lo fui”. A quien le quepa el sayo que se lo ponga.
Un párrafo especial estuvo dedicado a la batalla cultural en la que estamos inmersos, acerca de “la necesidad de articular un firme vínculo entre los distintos sectores de la sociedad argentina, muchas veces divididos desde el aparato cultural tontamente sin mayores argumentaciones, con prejuicios, sobre todo nosotros. Y cuando hablo de nosotros ahí sí me permito hablar en términos personales, típica clase media universitaria. Cuánto prejuicio, cuánta cosa metida en la cabeza, cuánta cosa de hacerles creer que pueden ir solos sin los trabajadores, sin los empresarios nacionales, sin la industria nacional, sin la exportación. (…) Cuánta tontería bien aprovechada por los mismos vivos de siempre que están en todas partes, en todos lados y con todos los gobiernos aprovechándose precisamente de esas divisiones de los argentinos”.
Y nuevamente una definición fundamental, precisa, un faro para tener presente en cada momento: “Yo no vine para dividir, yo vine para unir a los argentinos detrás de un proyecto nacional para profundizarlo, para institucionalizarlo”.
De eso se trata, de profundizar este proyecto, de hacerlo avanzar hasta lograr la patria justa, libre y soberana que anhela la mayoría.
Me fui silbando bajito entre el humo de los choripanes, el latido de los bombos, las luces encendidas de la Cañada. Una valla policial no dejaba pasar. “Se está por retirar la Presidenta”, me informa un canita. Y ahí la veo pasar, asomándose a la ventanilla delantera de una Traffic, saludando sin cinturón de seguridad, espléndida.
Por favor cuidate Presidenta, que te necesitamos muchos años más.