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Felices sueños
In Felices sueños on 10 diciembre, 2011 at 22:00Ya estamos de… ¡Fiesta, Fiesta, Fiesta!
In El Ojo con Dientes, Noticias on 10 diciembre, 2011 at 21:00Cristina: «No vamos a dejar las convicciones, vamos a trabajar por una Argentina justa y solidaria»
In Noticias, Política, Presidenta Cristina on 10 diciembre, 2011 at 15:29
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hoy su decisión de que la economía continúe manejándose "desde acá" y aseguró que no va a ceder en la defensa de la soberanía económica, porque "no soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de 40 millones de argentinos" (foto Télam)
Nacionales, Política, 10 Dic (SP, Télam).- La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que seguirá “trabajando con todos y por todos, sin dejar las convicciones”, y agradeció a todos los argentinos que “creyeron en el proyecto colectivo” que encabeza para gobernar cuatro años más.
Cristina aseguró también que no es «la Presidenta de las corporaciones» sino «de los 40 millones de argentinos» y sostuvo que con su gobierno «hay derecho a huelga, pero no de chantaje y de extorsión».
Su mensaje, que fue difundido tras prestar juramento por Cadena Nacional desde el Congreso de la Nación, duró una hora y 10 minutos.
«No soy la Presidenta de las corporaciones; soy la Presidenta de los 40 millones de argentinos», dijo la mandataria en uno de los pasajes destacados, tras señalar que el país debió «soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron y creyeron que este gobierno iba a ceder».
En otro momento del mensaje, la jefa de Estado destacó «el derecho de huelga que asiste a todos los trabajadores», y aclaró que «con nosotros hay derecho a huelga, pero no de chantaje y de extorsión».
En su discurso, la Presidenta reseñó los logros económicos y sociales alcanzados desde 2003 a la fecha y recordó emocionada en distintas oportunidades al ex presidente fallecido Néstor Kirchner.
En otro orden, anunció la creación de una secretaría de Comercio Exterior en el ámbito del Ministerio de Economía, que funcionará «junto con la de Comercio Interior, como en todos los países del mundo».
«Para que las dos sean al mismo tiempo las dos caras de una moneda, que es en definitiva el comercio de la República Argentina, y no puede estar dividida», delineó la Presidenta en el marco de la «sintonía fina» que le pidió a todos sus colaboradores para el segundo mandato.
La mandataria también hizo un pedido al Poder Judicial para que se aceleren las causas que juzgan las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar, y dijo que «si bien se registra un gran avance, lo único que le pido a la Justicia de mi país es que el próximo presidente» pueda «dar vuelta la página trágica de nuestra historia».
Hacia el final, la jefa de Estado reelecta agradeció «a todos los argentinos que creyeron en nosotros: no en esta Presidenta sino en este proyecto colectivo» y destacó que ella representa «un proyecto colectivo, nacional y popular, y profundamente democrático».
«Agradezco que confíen en este proyecto nacional, popular y democrático y en esta persona, como la persona capaz de llevarlo adelante con todos los argentinos», sostuvo la Presidenta.
Nuevos tiempos
In Opinión, Política, por Luis Bruschtein on 10 diciembre, 2011 at 6:33
"(...) el kirchnerismo no necesita alimentar nada porque está escribiendo su propia historia en un lugar que tiene todos los condimentos de la epopeya sin necesidad de exagerarle nada. Surgió del caos, la inestabilidad y el desastre económico y en pocos años hubo un país estable, próspero y democrático", plantea Luis Bruschtein en esta nota.
«El kirchnerismo ha sido el iniciador de un nuevo ciclo económico, social y cultural en la Argentina. No fue la culminación o el punto más alto de esa apertura, como lo fue el surgimiento del peronismo. En este caso, el kirchnerismo abrió la puerta a una nueva etapa nacional y le tocó estar en el Gobierno en el comienzo de un nuevo ciclo también a escala planetaria. En el caso argentino, al tener ese rol inicial tan decisivo desde el poder político, indudablemente dejará una impronta muy fuerte que teñirá los años que dure este ciclo.
Este elemento no es una virtud inherente al kirchnerismo. Lo mismo hubiera sucedido si el que ganaba las elecciones del 2003 era Carlos Menem o Carlos Reutemann, Elisa Carrió o Ricardo López Murphy. Hubiera sido diferente el contenido, pero en ese caso la identidad del nuevo ciclo que se abría la hubiera puesto alguno de ellos. Pero es cierto que la crisis abrió la puerta para que ganara un candidato como Néstor Kirchner. En todo caso, la virtud del kirchnerismo fue la forma en que estuvo en ese lugar, abriéndose a los reclamos más democráticos de la sociedad sobre derechos humanos, sobre justicia y sobre la deuda externa o sobre la generación de fuentes de trabajo y distribución de la renta.
De esta manera, mal que les pese a sus detractores, el kirchnerismo ha sido un movimiento fundacional y está destinado a convertirse en referencia ineludible durante los años que dure este ciclo. Será una referencia polémica, con muchísimos enfoques, como lo es ahora, pero será parte inevitable de los debates y el relato histórico.
(…)
Se le ha criticado al kirchnerismo el intento de alimentar el mito de Néstor Kirchner o el liderazgo centralizado de Cristina. Las críticas pueden ser ciertas o no. Pero más allá de esa discusión, el kirchnerismo no necesita alimentar nada porque está escribiendo su propia historia en un lugar que tiene todos los condimentos de la epopeya sin necesidad de exagerarle nada. Surgió del caos, la inestabilidad y el desastre económico y en pocos años hubo un país estable, próspero y democrático. Ganó siempre cuando parecía derrotado. Pero además, todo eso lo logró en el estadio inicial de un nuevo ciclo, hay una historia que se empieza a contar a partir de él y con esos buenos resultados. Se le podrán hacer todas las críticas que se quiera y hasta muchos de los protagonistas sentirán que no están haciendo nada del otro mundo, pero esos son los mecanismos con que la historia teje sus hilos, más allá, incluso, de lo que suponen que están haciendo sus protagonistas.
(…)
cuando Cristina Kirchner formule hoy su juramento habrán pasado ocho años del mismo momento que protagonizó Néstor Kirchner al principio de este camino. Es una diferencia grande, son ocho años de historia que han sido el comienzo de otra historia que seguramente será más prolongada en el tiempo».
(Leer completa la nota de Luis Bruschtein haciendo click acá)