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Felices sueños

In Felices sueños on 12 diciembre, 2011 at 22:00

Tomada destacó el rol de las paritarias en la discusión salarial

In Economía, Laborales, Noticias on 12 diciembre, 2011 at 20:24

El ministro de Trabajo, CarlosTomada, realizó hoy el primer acto de gestión de su tercer mandato al frente de la cartera laboral. Colocó una faja en los retratos de los que fueron ministros en las dictaduras y destacó el rol de las paritarias en las negociaciones salariales.. (foto SP)

Nacionales, Economía, Laborales, 12 Dic (SP).- «Las paritarias son la institución democrática por excelencia para la regulación de salarios y de las condiciones de trabajo y todos tenemos que hacer lo imposible por custodiarla y conservarla. Por eso mantengo la misma confianza que he tenido siempre en la responsabilidad de empresarios y trabajadores», aseguró Tomada.

Fue después de presidir una ceremonia de condena a quienes encabezaron la cartera laboral durante las dictaduras cívico-militares, en la que se colocó cintas negras con la frase «Funcionario de la Dictadura» sobre los respectivos retratos de los ex funcionarios.

Durante el acto, que se desarrolló en el piso 18 del ministerio, donde se encuentra la galería de fotos de todos aquellos que fueron ministros de Trabajo, Tomada estuvo acompañado por la viceministra Noemí Rial; el secretario de Empleo, Enrique Deibe y el subsecretario de Políticas de Empleo, Matías Barroetaveña.

Al término del acto, Tomada manifestó que «dimos cumplimiento a la última resolución que firmé como ministro la semana pasada y que hoy hago efectiva como primer acto de gobierno de esta nueva gestión, acompañando a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner».
«Este es un gesto de carácter simbólico porque creemos que la Justicia se alcanza también con memoria y con verdad», expresó.

Al referirse a los próximos años de gestión, Tomada aseguró que «la recuperación de los derechos de los trabajadores fue, es y seguirá siendo una tarea constante en esta lucha contra el trabajo no registrado, por el descenso de la desocupación y la definitiva erradicación del trabajo infantil, son los lineamientos generales de esta cartera».

Luego se refirió a la discusión salarial e indicó que «no es un tema para hablar en estos momentos. Les agradezco la pregunta pero todavía tenemos cuatro meses por delante y hay que esperar. Por supuesto que es un proceso que seguimos atentamente».

«Todas las instituciones que hemos recuperado, el Consejo del Salario Mínimo, las paritarias, la inspección para lucha contra el trabajo no registrado, requieren del compromiso y la participación de empleadores y trabajadores y en ese sentido quiero agradecer al compromiso que han demostrado ambos actores», añadió.

Tomada señaló que no hay que demonizar las paritarias «porque ocho años seguidos de funcionamiento de las negociaciones colectivas indican que tenemos un activo social que es de todos».

«Las paritarias son la institución democrática por excelencia para la regulación de salarios y de las condiciones de trabajo, y todos tenemos que hacer lo imposible por custodiarla y conservarla. Por eso mantengo la misma confianza que he tenido siempre en la responsabilidad de empresarios y trabajadores», concluyó.

Refranero popular

In Refranero popular on 12 diciembre, 2011 at 17:05

Todo mi cariño te entregué,
te di mi amor, te di mi vida entera.
¡Quién iba a pensar que vos pudieras
abandonarme por otra mujer!

La reasunción popular

In Opinión, por Eduardo Aliverti on 12 diciembre, 2011 at 4:14

"Para el caso argentino, el período abierto el sábado puede implicar avance o retroceso respecto de lo hecho desde 2003. Lo realizado desde entonces fue esa constatación de que aún se podía decir bastante, a contramano de aquello que se suponía inevitable. Y nos fue bien. Bien, o mejor de lo supuesto", plantea Eduardo Aliverti en esta nota. (foto Télam)

 Leemos hoy:

«En horas argentinas históricas, como cabe definir al comienzo de un tercer período gubernamental consecutivo con el mismo signo político, entre las preguntas principales que a uno se le ocurren figura cuál componente es mayor. ¿El de las dudas? ¿O el de las certezas?

Contemplado lo sucedido, no hay vacilaciones. Obra pública por doquier. Aumento del empleo registrado. Jubilaciones masivas a los excluidos. Alto nivel de reservas monetarias. Despegue de la educación técnica. Asignación universal por hijo. Subvenciones al agro y la industria. Corte Suprema irreprochable. No al ALCA y creación de la Unasur. El orden es completamente aleatorio, en una nómina bastante más larga que ésa. Y en el lado de las dudas caben, poco menos que nada más, incertidumbres relacionadas con el próximo timón de la buenaventura. Los titubeos no pasan por el reproche a las medidas tomadas, sino por la solidez que pueda expandirlas. ¿Alcanza con el liderazgo de la Presidenta? ¿No se está en manos, acaso, de un esquema de poder que por debajo carece de un partido político hecho y derecho? ¿No hay atadura en exceso a lo que resuelva una sola persona? ¿No será que la fortaleza tan centralizada en esa figura conlleva una de las debilidades del proyecto? ¿Hay verdadera vocación de formar nuevos cuadros políticos? ¿No debe repararse en Cristina como última conducción indiscutida del peronismo, con plazo fijo a 2015, siendo que el peronismo es la única garantía de gobernabilidad de este país? Son interrogantes que se escuchan dentro del propio kirchnerismo.

Cuando en política se hacen balances y prospectivas, lo habitual –lo invariable, más bien– es que, tanto en el registro de lo ocurrido como en el pronóstico o incógnitas a futuro, el objeto de estudio pase casi en exclusividad por el oficialismo de turno. Como mucho, se incorpora a figuras de la oposición, algunos funcionarios, legisladores, ciertas áreas de alta sensibilidad pública. Clase dirigente, en una palabra. Se balancea y vaticina en función de un “otro” institucional. De un lugar donde el pueblo nunca cuenta. Se deja de lado lo que hizo, votó, piensa, protestó, apoyó y hará o quizás hagan la gente común, los laburantes, las organizaciones sociales sin inserción mediática, las diversas militancias. La sociedad en su conjunto es invisible en los arqueos analíticos del periodismo y de los presuntos especialistas sociológicos, llámense politólogos, economistas, técnicos de la especie que fuere, ensayistas. En primer lugar, ese tipo de observación no es fortuito. Que el pueblo cotice poco y nada en circunstancias de recuento y prognosis, en tanto “pueblo” como ingrediente totalizador sirve al objetivo de ningunearlo. Y que sea así cuando las urnas vienen de dictaminar un favoritismo tajante, es menos casual todavía. Responde a la lógica de la democracia como elemento decorativo, que en Europa encuentra su cénit por estos días. La realidad decisoria son “los mercados”. Y el escenógrafo, con formas alemanas o francesas, tiene la tarea de hacerle creer a la ciudadanía que su sufragio porta incidencia.

(…)

Para el caso argentino, el período abierto el sábado puede implicar avance o retroceso respecto de lo hecho desde 2003. Lo realizado desde entonces fue esa constatación de que aún se podía decir bastante, a contramano de aquello que se suponía inevitable. Y nos fue bien. Bien, o mejor de lo supuesto. No estaba en los cálculos de nadie que la economía habría de recuperarse, ni que mejoraría la distribución del ingreso aunque falten tocos para hablar de justicia social. Tampoco, si es por los intereses de minorías, se previó que Kirchner haría bajar el cuadro de Videla en el colegio militar. Ni que la legislación sobre derechos civiles, a través de aspectos como el matrimonio igualitario y la identidad de género, alcanzaría niveles de ejemplaridad mundial. Ni que la ley de medios de la dictadura sería reemplazada con sentido progresista, por fin. Esas son algunas de las cosas por las que muchos más de uno se plegaron a la afirmación de que el Gobierno está a la izquierda de esta sociedad. O de que el kirchnerismo podría no ser de izquierda, pero con la seguridad de que a su izquierda está la pared si es por condiciones objetivas de acceso y ejercicio de poder.

La perspectiva de que a propósito de todo eso se vaya para adelante o para atrás no depende en soledad del liderazgo de Cristina ni de lo que genéricamente se denomina kirchnerismo. Estriba también, cabe convencerse, en la decisión ejecutiva del sujeto pueblo. Hace diez años con exactitud, una porción decisiva de ese sujeto ganaba las calles al grito de que se vayan todos. Y renegaba histéricamente de “la política” como instrumento de cambio. Aunque sea, (se) demostró que tenía algo para decir. El hijo de esa actitud fue parido por esta experiencia imprevista, que les permitió a los argentinos, al sujeto pueblo, estar algo o mucho mejor. Pero nunca peor, se lo mire por donde se lo mire. Es el piso. Si se resquebraja o se afirma depende de la confianza popular, y de su predisposición en consecuencia, si es que el Gobierno se mantiene firme. Se puede cargar contra algunas formas que no son gustosas para el paladar oligarcón, dibujado como periodismo independiente. O como apuntes, insustanciales, de la dirigencia opositora (?) que ya no sabe a qué recurrir.

No se debe confundir a esas formas con el centro de la cuestión. O tal vez se trate de que esas formas son justamente lo que permitió saltar del infierno al purgatorio».

(Leer completa la nota de Eduardo Aliverti haciendo click acá)

CELAC: agonía de la OEA y segunda muerte de la Doctrina Monroe y el ALCA

In Internacionales, Opinión, por Alfredo Jalife-Rahme on 12 diciembre, 2011 at 3:30

"La Doctrina Monroe de 1823 -que no era “América para los americanos”, sino “América para EU”- degeneró en la demolición de la integración sudamericana de Simón Bolívar, fallecido siete años más tarde. La eyección del ALCA, enterrada en Mar del Plata en 2005, significó la primera muerte de la Doctrina Monroe. Hoy la resurrección del sueño bolivariano de la Celac aniquila por segunda vez el irredentismo unilateral de la Doctrina Monroe", plantea Alfredo Jalife-Rahme en esta nota.

 por Alfredo Jalife-Rahme (La Jornada, Mx, vía Cubadebate).-

Antecedentes: son tiempos del lulismo en América Latina (AL). Desde 2002, había vaticinado lo que a mi juicio representa(ba) el lulismo: ”Salvación de Brasil y AL” (”Incandescencia neoliberal y esperanza con Lula”; revista Vértigo, 8/12/02).

Tras el triangulado golpe de Estado presuntamente promovido por EU en Honduras, con el propósito avieso de torpedear la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) -ahora constituido por ocho países de los 33 de AL-, pareciera que Washington sea más tolerante a la ola del lulismo en la región, en la fase del incipiente orden multipolar.

Una ex guerrillera, Dilma Rousseff, gobierna el principal polo de poder de AL, mientras el presidente peruano de corte nacionalista-socialista, Ollanta Humala (ollanta en quechua significa: “el guerrero que desde su atalaya todo lo ve”) ha confesado tener como referente a Lula: “Si algún modelo tiene éxito es el brasileño” (larepublica.pe, 26/4/11).

Hace un mes estuve en Bogotá, donde viví el inesperado ascenso de un ex guerrillero, Gustavo Petro, como alcalde de la capital colombiana y presenciar la debacle del modelo neoliberal- facistoide del ex presidente Uribe (el sosias de Calderón).

En Paraguay, el presidente Fernando Lugo no se encuentra nada distante del lulismo del que la asombrosa presidenta de Argentina, Cristina Fernández, es una de las principales aliadas geoeconómicas.

En entrevista reciente con el muy solvente conductor de televisión y radio en Estados Unidos (EU) Rubén Luengas, me atreví a formular que AMLO representa el estereotipo feliz del “Lula mexicano”.

El lulismo se ha impuesto como una de las corrientes principales de AL -cuando EU ha hecho lo imposible tanto por la vía militar como por el método subversivo (que incluye la propaganda negra) para detener el ascenso del Alba-, no seré cruel en hacer leña de los árboles caídos del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ni del difunto Plan Puebla-Panamá, el demencial plan bushiano-foxiano-castañedista.

Hechos: el presidente de Venezuela, Hugo Chávez -quien exhibe una fortaleza titánica pese a su cuarta sesión de quimioterapia debido a su lamentable enfermedad- convocó a una reunión antigravitatoria para dar nacimiento a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la que concurrieron hasta algunos latinófobos “caballos de Troya”, quienes prefieren ser esclavos de Estados Unidos (EU) y Canadá, en lugar de estar en la primera fila del futuro halagüeño que se presagia para AL como uno de los principales polos del incipiente orden multipolar (”Hacia el bloque transregional de Latinoamérica y los países árabes”, Bajo la Lupa, 7/12/11)

Chávez, quien guste o no -quizá debido a su formación militar estratégica-, posee un profundo conocimiento de la geopolítica, aseveró que la cumbre fundacional de la Celac representó “en 100 años lo más importante en este continente”. Chávez entendió perfectamente que la Celac “no hubiese sido posible” de “no haber cambiado el mapa geopolítico en la región” y avizora que “es el tiempo de América Latina y el Caribe” para construir “un espacio geopolítico tal cual era el proyecto de Bolívar”.

Chávez parece haber hecho caso de mis prudentes advertencias durante la conferencia que impartí en Caracas, de no seguir el modelo monetarista y fiscalista de la Unión Europea (UE), hoy en desasosiego: “La Celac nunca (sic) caminará por el rumbo de la UE, donde no hubo liderazgos capaces (sic) ni fuerzas populares (sic) que obligaran a cambios profundos” (La Jornada, 9/12/11). Altos funcionarios del gobierno venezolano me comentaron que Chávez estuvo atento a mi ponencia desde un hospital.

Se aprobó la histórica Declaración de Caracas y, en forma deportiva y nada ideologizada, recayó la presidencia pro témpore en el chileno Sebastián Piñera, quien ha manifestado tener un enfoque geoeconómico más que pinochetista. En forma lúcida, Piñera invitó a “mirar hacia el futuro” (elmundo.es, 9/12/11). Queda atrás totalmente derrotada la aciaga fase de los estériles ejes antagónicos en el hemisferio que impulsó la dupla bushiana de Fox-Castañeda.

La transversalidad de la Celac es azorante cuando Cuba, expulsada de la OEA en 1962 por encargo de EU, acogerá su próxima cumbre el año entrante. La custodia del tesoro promisorio de la Celac está en manos de una troika: Venezuela, Chile y Cuba.

La Celac conjunta a los 33 países de AL y nace con el legado político del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC). En forma significativa y por razones culturales evidentes, EU y Canadá, dos países de la anglósfera con poderosas minorías “latinas”, no forman parte del nuevo bloque.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, puso el dedo en la llaga sobre el papel entreguista de la OEA a la agenda unilateral de EU: “Es claro que necesitamos un nuevo sistema latinoamericano. Sus sesgos y atavismos acumulados la vuelven ineficiente y poco confiable para los nuevos tiempos” (Yahoo, 9/12/11). ¡De acuerdo!

La Doctrina Monroe de 1823 -que no era “América para los americanos”, sino “América para EU”– degeneró en la demolición de la integración sudamericana de Simón Bolívar, fallecido siete años más tarde. La eyección del ALCA, enterrada en Mar del Plata en 2005, significó la primera muerte de la Doctrina Monroe. Hoy la resurrección del sueño bolivariano de la Celac aniquila por segunda vez el irredentismo unilateral de la Doctrina Monroe.

No encontré nota relevante alguna en la prensa pro anglosajona sobre la génesis de la Celac, salvo notas de sus palafreneros regionales como lanación.com (8/12/11) que fustiga a Celac como “otro proyecto aislacionista”. ¡Cómo les dolió!

No faltan análisis de relieve quienes no soslayan la afectación a los intereses hegemónicos de EU y Gran Bretaña (v. gr. el contencioso de Las Malvinas y el boicot a Cuba).

Es interesante contemplar la percepción tanto de China -que saludó la creación de la Celac, a diferencia del estruendoso silencio de la anglósfera, la OTAN y la UE- como de Rusia, uno de cuyos órganos, Russia Today (4/12/11) sopesa su loable asunción en medio de los desafíos “a su unidad e integración”.

Russia Today pone de relieve la opinión de “políticos, analistas y expertos internacionales” quienes consideran que la Celac “podría remplazar a la obsoleta OEA de la que forman parte EU y Canadá” . La OEA, cuya sede se ubica en Washington, “es incurable porque sufre de metástasis imperial”. ¡Olé!

Conclusión: existe el peligro de que EU vaya a sabotear y balcanizar el nuevo bloque (que tiene en su seno a varios caballos de Troya). Se espera que el revire de EU y GB contra la Celac sea brutal, cual su costumbre.

La OEA, instrumento del caduco orden unipolar, opera en sentido contrario a la Celac -joya de la incipiente multipolaridad- y hoy son incompatibles y mutuamente excluyentes.

Amas de casa

In Amas de casa on 12 diciembre, 2011 at 0:39