Archive for 26 de diciembre de 2011|Daily archive page
Felices sueños
In Felices sueños on 26 diciembre, 2011 at 22:00Refranero popular
In Refranero popular on 26 diciembre, 2011 at 15:13Las cosas simples
In Medios de Comunicación, Opinión, por Eduardo Aliverti on 26 diciembre, 2011 at 13:02
"¿Un conflicto de ya larga data entre el oficialismo y un grupo mediático debe ser tomado como persecución generalizada a la prensa? Repugna a la inteligencia un concepto como ése, pero no es novedoso", plantea Eduardo Aliverti en esta nota.
«El papel tiene todavía alcances potentes. Es el vehículo de grandes inversiones publicitarias, de oferta de empleo y de transacciones comerciales. Y agenda lo que reproducen los medios electrónicos. Lo que está impreso, lo que se toca, lo que se ve en los kioscos, lo que llega a las producciones de las radios y señales televisivas a primera hora de cada día, determina qué se genera mediáticamente. A quiénes llamar para poner al aire lo que se retroalimentará horas y jornadas enteras. Eso está más cerca del fin que del principio, por supuesto que observado a gran escala. La batalla por quién produce, distribuye e importa papel tiene una relación inversamente proporcional con el futuro decadente del producto, que no está cerca pero es irreversible. Es un cambio de paradigma cultural, civilizatorio, del que no importa estar a favor o en contra. Es, y punto. La cantidad de gente conectada a redes socio-cibernéticas, su preponderancia de clase, su impacto, es lo que debe interpretarse. Papel Prensa, o la prensa en papel, es de esos temas que, al margen de su importancia política coyuntural, suenan más viejos que jóvenes. Un sentido similar puede aplicarse a la contingencia de que algún juez vaya a valerse de vericuetos legales para perseguir periodistas, o maniobras mediáticas. Todo terminaría en una Corte Suprema que no come vidrio o, mejor, en últimas instancias judiciales que en ningún caso se animarían a la condena de la prensa. Si debatir sobre papel impreso es hacerlo sobre un insumo decaído –vale insistir que en miras de largo plazo– hacerlo alrededor del allanamiento en Cablevisión resulta patético. Es probable que haya habido exageración ejecutante, sobre todo por la participación de gendarmes. Por cierto, son o serían más confiables que la Federal. Está claro que hay ante todo un enfrentamiento de corporaciones. Pero la base es todavía más profunda. Si el Gobierno se decide a impulsar la conectividad aérea, con los decodificadores que –sin publicidad, curiosamente– están entregándose en forma masiva para acceder a las señales digitales, el negocio del cable quedará entre magullado y groggy. Chau Cablevisión y alrededores, siempre que termine habiendo oferta atractiva.
Y vaya un sentido homenaje al título central de La Nación del último jueves, si se trata de hallar explicaciones o señalamientos respecto de los intereses en juego. Uno creía que ese día ya había visto todo con un destacado de Crónica. Ubicó a cabeza de página la fiebre de ricos y famosos por hacerse enemas, en Capilla del Monte, para limpiar los intestinos de objetos y elementos contaminantes diversos. La capacidad de asombro siempre se reserva un sitio. El diario de los Mitre, según la definición clásica que ya no se conserva tanto, le ganó a Crónica. Y mandó de cabeza que “Dan más poder al Gobierno para manejar la economía”. La nota remitía a las leyes aprobadas en el Parlamento, pero importa nada más que la construcción de sentido simbólico de ese título. ¿Quién, si no el (un, cualquier) Gobierno, debería manejar la economía? Ellos. Una entidad tan difusa y concreta como aquella que se referencia al hablar de “los mercados”. Esos mercados nunca tienen nombre. Son bancos, fondos de inversión, compañías de seguros, buitres financieros, consultoras, calificadoras de riesgo. Gurúes y operadores del tipo Bernard Madoff, el estafador de Wall Street que subyugó a los tarados del sueño americano.
Ese título de La Nación del jueves simplifica todo. Gracias. Infinitas gracias. Su lógica es que nunca jamás debe ser un gobierno, una voluntad popular, quien maneje la economía. Deben ser, para siempre, ellos. El “ellos”. La esclarecida vanguardia de clase de derecha, que le denuesta a la izquierda aspirar a lo mismo que practican ellos. Reiteramos: “Dan más poder al Gobierno para manejar la economía”. Listo. Un título como ése exime de cualquier comentario respecto de qué está en juego. Y dónde ubicarse».
(Leer completa la nota de Eduardo Aliverti haciendo click acá)