por Mario Rivas
En 1994 el politólogo estadounidense Gene Sharp escribió un librito que con el correr del tiempo se ha convertido en una verdadera Biblia de la desestabilización democrática. Se trata de «De la dictadura a la democracia» («From Dictatorship to Democracy, A Conceptual Framework for Liberation») que ha servido de inspiración y ha tenido dispar éxito en distintas partes del mundo.
Así, hemos visto que las recomendaciones de Sharp se ejecutaron con éxito en el derrocamiento del presidente georgiano Eduard Shevarnadze, en noviembre de 2003, y luego en la ascensión al poder de Viktor Yuschenko en Ucrania, en diciembre de 2004.
En el caso de América latina la estrategia del “Golpe suave” se ha registrado al menos unas cinco veces. Fue exitosa en Honduras (2009) y Paraguay (2012), pero ha fracasado en Venezuela (2002), Bolivia (2008 y 2012) y Ecuador (2010).
De acuerdo con Sharp, la estrategia del “Golpe suave” puede desarrollarse por etapas jerarquizadas o simultáneamente de la siguiente manera.
1ª etapa: ablandamiento, empleando la Guerra de Cuarta Generación: desarrollo de matrices de opinión centradas en déficit reales o potenciales, cabalgamiento de los conflictos y promoción del descontento, promoción de factores de malestar, entre los que destacan: desabastecimiento, criminalidad, manipulación del dólar, lockout patronal y otros, denuncias de corrupción, promoción de intrigas sectarias y fractura de la unidad.
2ª etapa: deslegitimación: manipulación de los prejuicios anticomunistas (o antipopulistas agrego yo), impulso de campañas publicitarias en defensa de la libertad de prensa, derechos humanos y libertades públicas, acusaciones de totalitarismo y pensamiento único, fractura ética-política.
3ª etapa: calentamiento de la calle: cabalgamiento de los conflictos y fomento de la movilización de calle, elaboración de una plataforma de lucha que globalicen las demandas políticas y sociales, generalización de todo tipo de protestas, exponiendo fallas y errores gubernamentales, organización de manifestaciones y tomas de instituciones públicas que radicalicen la confrontación
4ª etapa: combinación de diversas formas de lucha: organización de marchas y tomas de instituciones emblemáticas, con el objeto de coparlas y convertirlas en plataforma publicitaria, desarrollo de operaciones de guerra psicológica y acciones armadas para justificar medidas represivas y crear un clima de ingobernabilidad, impulso de campaña de rumores entre fuerzas militares y tratar de desmoralizar a los organismos de seguridad
5ª etapa: fractura institucional: sobre la base de las acciones callejeras, tomas de instituciones y pronunciamientos militares, se obliga la renuncia del presidente.
En casos de fracasos, se mantiene la presión de calle y se migra hacia la resistencia armada. Preparación del terreno para una intervención militar del imperio o el desarrollo de una guerra civil prolongada. Promoción del aislamiento internacional y el cerco económico.