por Mario Rivas
Anoche soñé con Moscú,
con una zona liberada en Moscú.
Eran unas pocas cuadras en la capital del imperio,
fuertemente custodiadas por helicópteros y carros de asalto
y yo era un mensajero en tránsito
que tenía que atravesar esa zona.
En el sueño una voz me decía: «Recuerda siempre tus códigos: 12-13-14. Recuerda siempres tus códigos».
Cuando me desperté todavía tenía el mapa de Moscú en mis retinas
y supe que sí, que eso soy: un mensajero en tránsito.