
Metamos miedo, no importa si somos incoherentes. La foto de La Voz del Interior (12/06/13) muestra un paciente y dos médicos con barbijos. El pie de foto dice: «Barbijo no. Sólo se recomienda en caso de…» etc. (foto EOCD)
por Ernesto Argañaraz
Es año electoral.
La gripe A debe ser un estruendo que vuelva psicóticos a todos.
Los muertos deben morir 100 veces si es necesario y de todas las maneras habidas y por haber. Mientras más escalofriantes, mejor.
Deben aumentar los accidentes de tránsito, sus víctimas fatales.
La Trata de personas debe corroborar sus estratos más sórdidos.
La inseguridad se nos debe meter hasta abajo de la cama. En cualquier momento, alguien como vos, o tu hija, puede ser asesinado. O una bala de goma, reventarte el pecho.
Inseguricémonos.
Este invierno deben morir más personas que otros años. El monóxido y la pobreza sólo se escuchan cuando va a haber elecciones.
Los QOM padecerán más que de costumbre.
Ojalá aparezca algún oso polar y devore dos o tres niños o se descubra un cargamento de cocaína en los autitos chocadores del parque.
Todo aquello que de algún modo sientas como tuyo y propio debe pender de un hilo.
Probablemente será destrozado o al menos deberás guardarlo temblando bajo siete llaves.
Andá corriendo y comprá harina, aceite y latas.
Hay más cometas temibles que el año pasado.
Las comunicaciones fallan.
El derrumbe de edificios ya es imparable.
Guardá algun tambor con combustible.
Hacé un sótano en tu casa, seguí amontonando latas de conserva y medicamentos.
Es año electoral te quieren derrotado en el miedo y la tristeza.
Salís afuera, es otoño y hay una niña muerta que a ninguno de estos criminales les importa tres pitos.
Sólo es un año electoral y te deben temblar las rodillas hasta la infamia.
Malditos. Malditos.