
Niño palestino mutilado en los recientes bombardeos israelíes a la Franja de Gaza. (foto vía Twitter)
por Mario Rivas
Desde hace días se viene produciendo un genocida bombardeo contra la población civil de Gaza.
He visto tantas fotos del horror que son indescriptibles. No hay palabras para reproducir tanta injusticia. No hay palabras.
Veo la foto que ilustra estos apuntes y no puedo dejar de llorar: un niño de unos cinco, seis años, con sus piernitas mutiladas, un niño que podría ser mi propio hijo, tu hijo, tu nieto. Un niño. Un niño en evidente estado de shock, no sé si le habrán dado calmantes, no lo sé. Veo algo tremendo, sin justificación alguna de ninguna clase. No puedo creer tanto sufrimiento.
Hay una frase en la nota de Emir Sader que publicamos que me dejó pensando: “Lo más difícil es ser víctima de las víctimas”.
De eso se trata: un Estado que fue levantado con el esfuerzo y dolor de las víctimas del Holocausto hoy están cometiendo un Holocausto contra el pueblo palestino. Un pueblo que no posee ni Armada, ni Aviación, ni Ejército está siendo masacrado. La población civil está siendo masacrada.
Algo debemos hacer para detener tanto horror.