
«De Narváez tiñó de sangre la campaña: desmayó a golpes a un periodista y le pegó en el suelo. La protección mediática disimuló este grave episodio, que caracteriza la impotencia del Frente Renovador», plantea Horacio Verbitsky en esta nota. (foto Archivo)
«La desaforada irrupción de Francisco De Narváez en la redacción de la agencia de noticias Nova tiñó de sangre la campaña electoral. La línea prepotente que De Narváez ha seguido a lo largo de los años es conocida por quienes trataron con él en la vida privada, los negocios y la política. Pero la sobredosis de agresividad aplicada por el violento aspirante a la gobernación bonaerense contra el director de ese medio, Mario Casalongue, a quien tumbó de un golpe y siguió pegándole en el suelo una vez desmayado, no sólo caracteriza su personalidad sino la crisis del Frente Renovador, una nave espacial fuera de órbita cuyos fragmentos caerán a la tierra entre hoy y el 20 de junio, cuando venza el plazo para la presentación de precandidatos, o el 25 de octubre, fecha de las elecciones generales. Lee el resto de esta entrada »