por Mario Rivas
Un recorrido gourmet por el mercado más emblemático de la ciudad de Córdoba. Recomendaciones personales sobre productos y puesteros. Consejos para no perderse entre tanta oferta.
Unas palabritas antes de ingresar
Hace más de 15 años que voy al Mercado Norte, dos o tres veces por semana. En verano es cita obligada tomar una cerveza con amigos los sábados al mediodía, en lo de la Rosa, que en realidad es el bar del Oviedo, el único en Córdoba que hace pizza con chimichurri.
En esto años fui testigo de cambios, modernizaciones del edificio, cambio de puesteros, muertes, divorcios y nacimientos. En el Registro Civil del Mercado me casé con Carola y Santino (nuestro hijo) conoce sus pasillos desde la panza de la madre y hoy se mueve dentro de la enorme nave como pez en el agua.
Así que estos apuntes son simplemente la información que fuimos acumulando durante todos estos años y, fundamentalmente, tienen que ver con mi gusto personal. Ojalá les sirva de guía.
Ingresando al Mercado
El Mercado tiene cuatro accesos: por calle Oncativo, por la San Martín, por el pasaje Cantacara y por la calle Rivadavia. Ingresaremos por esta última y vamos a imaginarnos que buscamos lo necesario para hacer un buen asado.
Pasando el bar-comedor del Oviedo a la derecha y la fiambrería del «Ronco» se encuentran los mejores chorizos de Córdoba: los del Frigorífico Campana. Si lo ve vacío aproveche y haga su compra que no es habitual verlo así.
Aparte de los chorizos, en Campana se consigue un excelente salame tipo Colonia, picado grueso, 70% de carne de cerdo y 30% de carne vacuna. Para mi gusto inigualable.

Los excelentes salames de Campana. Tienen también un segunda marca denominada «El Cordobés» en el cual se invierten las proporciones del Salame Campana: 30% carne de cerdo y 70% de carne vacuna.
En Campana también se puede conseguir arrollado de cerdo, queso de cerdo, bondiolas y jamones, además de todos los cortes del porcino. Pero eso yo lo compro en otro local.
Antes que me olvide: en el Mercado ningún puestero se ofende porque uno compre una cosa en un lugar y otra en el puesto de enfrente, por más que en el primero también tengan el mismo producto.
Rumbo a la mejor carne del universo
Tengo fama de buen asador aunque yo sé en mi fuero íntimo que la mitad de los elogios que recibo se los debo a la carnes que vende Rubén Manzano, puesto número 2 del Mercado: Carnes San Cayetano.

Raúl (hincha de Racing), Luis (el que mejor corta los bifes para milanesa del Mercado, quizás por ser hincha de Talleres) y don Rubén Manzano (también hincha de Racing de Nueva Italia).
A lo de Manzano se llega por la misma calle central del Mercado donde está el frigorífico Campana, se atraviesa el hall central y se busca el segundo puesto a la izquierda. No es la carne de vaca más barata del Mercado, pero para mí es la mejor. Realmente vale la pena hacer el esfuerzo para saborearla.
Morcillas, las de San Antonio
Enfrente de Carnes San Cayetano, yo compro mis morcillas preferidas: las del frigorífico San Antonio. Se trata del puesto 66, «Los tres hermanos».
Las morcillas del frigorífico San Antonio son, para mi gusto, delicadas y exquisitas: siempre están frescas y tienen la combinación perfecta en su interior. También se consiguen las deliciosas «morcillas vascas» que contienen tienen nueces y pasas de uva: una verdadera delicatessen.
Carne de chancho en lo de Osvaldo, la «Boutique del cerdo»
Volviendo sobre nuestros pasos por la calle central del Mercado, cruzamos en diagonal el hall central para encontrarnos con el puesto de Osvaldo Ávila, carne de cerdo de primerísima calidad. Yo he bautizado su puesto como «La Boutique del cerdo» porque realmente se lo merece.
San Andrés, los mejores pollos de la Argentina
En el puesto de al lado de «La Boutique del cerdo», se encuentran los pollos PiquiMau. Aquí se consiguen los mejores pollos de la Argentina: los pollos San Andrés. Durante años se los compraba a una pareja de viejitos que tenían su puesto ahí mismo, pero se fueron y pasé varios años penando por los pollos San Andrés, inclusive llamé a la fábrica en Santa Fe para saber donde podía conseguirlos en Córdoba. Finalmente PiquiMau me dió bola y los trajo. Alegría total.
Atención: los pollos San Andrés se venden enteros, lo que se venden trozados son buenos pero no son San Andrés. Avisados.
No hay asado sin ensaladas
Siguiendo por la misma calle de «La Boutique del cerdo» y de los pollos PiquiMau, nos encontramos con la verdulería de Los Luna, una tradición en si misma.
Los Luna tienen productos de verdulería que suelen ser difíciles de conseguir en otro lado. Todo lo que sea verde lo compro aquí, al igual que las frutas. Excepto las papas que ya les voy a contar dónde las compro y los limones y pimientos que se los compro a las bolivianas de afuera, aunque aquí también se consiguen muy buenos.
Asado con pan de horno de leña, un lujo
Por la calle lateral a Los Luna nos encontramos con la panadería La Bella Italia, el único lugar dentro del Mercado donde se consigue un delicioso pan horneado a leña.
Finalizando el primer recorrido
Ya está: chorizos, carne, morcillas, cerdo, pollo, verduras y pan de horno de leña. Nos faltó en este recorrido las achuras: chinchulines, mollejas y esas cosas. Mañana les cuento. Si quedaron cansados pueden tomar un reparador café en el kiosco al lado de la Panadería Bella Italia: lo del Colo y si tienen suerte escuchar algunos de su inolvidables chistes.
[…] de por medio con Carnes San Cayetano (ver nota anterior), se encuentra el local de Hugo Mañez, venta de achuras, mollejas, hígado, seso. El Hugo me […]
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