
«Hay demandas ahí, se debe poder tomar nota. Hablar de sensación de inseguridad, ningunear la inflación, no medir la pobreza aunque se la combata, porfiarse con ganancias, minimizar al punto de negar las derrotas electorales se paga, cómo que no. Los errores propios existen y hay que volver a enamorar. Nada peor en política que el autismo», plantea Santiago Costa en esta nota.