
«El pago a los fondos buitre fue decidido, prácticamente impuesto, a una sociedad que no tuvo la herramienta ni el tiempo para expresarse. Los medios concentrados y sus periodistas emblemáticos, como parte del aparato de propaganda hegemónico de la gestión conservadora, transmitieron la urgencia desesperada del gobierno como si se tratara de salvarle la vida a un bebé, cuando lo más seguro es que se trate de lo contrario», plantea Luis Bruschtein en esta nota. (ilustración Pablo Rivas)
«El pago a los fondos buitre, una decisión estratégica que afectará a las próximas generaciones, se resolvió finalmente entre urgencias, mentiras, presiones, disputas, intereses miserables y otras mezquindades, donde el voto de los representantes dejó de existir como tal para convertir una decisión esencial en la mera formalidad de levantar la mano. Lee el resto de esta entrada »