Hagamos un banquito

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por Mario Rivas

Vivimos tiempos de derrota. Las fuerzas de la Oscuridad avanzan a pesar de tibias resistencias y destruyen todo a su paso. Es el intento más poderoso de la derecha, en el más corto tiempo, de volver a instaurar el país de comienzos del siglo pasado.

Ahora no sólo concentran el Poder, que nunca lo perdieron, sino que también tienen el Gobierno, al cual accedieron por vía democrática.

Y nosotros vivimos en un ciudad que ha contribuido en mucho al triunfo de la Oscuridad.

La derrota ha sido política, claro, pero fundamentalmente ha sido cultural, ideológica. Hoy el «sentido común» es profundamente reaccionario. Yo quiero trabajar para que desde la Cultura se ayude a revertir esto.

¿Podremos producir desde la Cultura cordobesa algo que signifique un halo de luz ante tanta confusión, algo con sentido ante tanta mediocridad y mercantilismo?

Algunos lo estamos intentando, más o menos en grupos, más o menos solitariamente. ¿Podremos ser capaces de convocar a más voluntades?

No son estos tiempos de construcciones faraónicas ni de proyectos ambiciosos. Son épocas de trabajar en lo pequeño, en lo cotidiano. En producir desde lo elemental acciones que ayuden a configurar un nuevo sentido común.

Yo les propongo que hagamos un banquito. Un simple, rústico y modesto banquito. Que sirva para sentarse o pararse sobre él y desde allí dar un testimonio, lanzar una propuesta esperanzadora.

Hay muchas definiciones que hacer y seguramente iremos avanzando sobre ellas en el camino. Pero creo que lo fundamental es comprender el enemigo que tenemos enfrente no sólo es poderoso, también es ladino, traicionero. Y no descansará hasta destruir todo lo que tanto nos costó conseguir.

Hoy son tiempos elementales. De un lado está la Oscuridad y del otro quienes queremos un futuro más luminoso para nosotros y nuestros hijos. Las diferencias de este lado pueden ser muchas pero deberíamos ser capaces de unirnos en lo mínimo y urgente.

Hagamos un banquito.