
«El gesto de rebeldía de Hebe de Bonafini es un síntoma y al mismo tiempo una advertencia», plantea Luis Bruschtein en esta nota.
«Fue más que rebeldía. Y no fue nada alocado. Al negarse a concurrir al juzgado, que es un hecho judicial, Hebe de Bonafini lo desconoció como tal. No lo reconoce como hecho judicial sino como hecho político y lo rechaza, por esa razón, como siempre hicieron las Madres: con resistencia civil, es una forma de no violencia para alertar por la violencia que se está incubando al usar a la justicia como instrumento de persecución política. Lee el resto de esta entrada »