
«No hay un Macri progresista zen. Es lo que es. Va a endurecer el discurso y tratará de dividir. Buscará líneas de negociación con cada gremio que no afecten las paritarias a la baja que necesita y cortará el gasto en todo lo que signifique presencia del Estado. Es una tarea difícil para un año electoral. Pero perdió todo el primer año. El efecto de shock nunca se produjo y ya no cuenta con el factor sorpresa por lo nuevo», plantea Luis Bruschtein en esta nota. (ilustración de Carlos Alonso)
Leemos hoy:
«La escena sangrienta parece más una sala de torturas de la dictadura que un quirófano y la metáfora del tumor que es necesario extirpar era la que usaba la dictadura para justificar su política de terror. El editorial de La Nación del miércoles parecía escrito por un demente: “Durante 12 años se generó, desarrolló y ocultó un tumor gigantesco en el cuerpo social de la República. Ahora que llega el momento de extirparlo, se irrumpe en el quirófano y se acusa al cirujano de crueldad, pues el enfermo lucía mucho mejor cuando aún estaba en su casa, bien diferente que ahora, con un tajo en el abdomen, respiración artificial y las crueles manchas de la sangre.” Es lo que dice el editorial “El paro del miedo”. Cirujano-militares-tumor-militantes-sangre-sangre-sangre, la metáfora se expande hacia el pasado y da miedo: el editorial, no el paro. Lee el resto de esta entrada »