
» Vencer en las elecciones agranda a cualquiera pero cambiar la cultura política argentina no es asunto sencillo», plantea Mario Wainfeld en esta nota.
«El presidente Mauricio Macri forzó la marcha, dobló apuestas. Sobreestimó su fuerza, subestimó a los rivales en el Ágora, en la calle y en el recinto. Apostó a la desmovilización en principio y a atemorizar a potenciales manifestantes a la hora señalada.
Varios cálculos le fallaron pero no eran alocados sino voluntaristas en exceso. Vencer en las elecciones agranda a cualquiera pero cambiar la cultura política argentina no es asunto sencillo. Lee el resto de esta entrada »