
«(…) lo que no cambia es el perfil de quiénes son atacados por la calumnia, el chisme, la exageración: fueron, son y, seguramente, serán, funcionarios y dirigentes que han afectado, con su gestión, los intereses de los grandes poderes de siempre», plantea Carlos Caramello en esta nota.
«Julio de Vido está en la cárcel. De nada sirvió que sea diputado ni que goce de fueros: personas que han comido de su mano en otros tiempos, decidieron quitárselos. De nada sirvió, tampoco, que la justicia esté autorizada a investigarlo, interrogarlo y procesarlo aún con fueros: el show está por encima de todo, incluso por encima de la Constitución. Lee el resto de esta entrada »