Una publicación efímera, como todo

Archive for the ‘por José Pablo Feinmann’ Category

Si funciona, ¡las pelotas!

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 24 diciembre, 2017 at 3:59

«Si la pregunta sobre si esto funciona se formula es porque ya se cree que esto es lo único que puede funcionar. Que se está dispuesto a dejarlo funcionar, que sus actos pasen, sus leyes, su estilo», plantea José Pablo Feinmann en esta nota.

Leemos hoy:

«El gobierno Macri expresa –desde la derecha– esa construcción que Gramsci llamó bloque histórico, que se asume también como bloque hegemónico. El empresariado, las fuerzas de represión, la clase media, sectores de la clase baja, los medios de comunicación, la clase alta en su totalidad y la justicia en su forma político corporativa componen el bloque hegemónico del macrismo. “¿Y si funciona?”se preguntó Le Monde Diplomatique en su último número. Es la pregunta de la rendición del progresismo cultural medio ante la hegemonía instalada. Cuya fuerza lleva a sectores habituados a ubicarse en la centroizquierda a dejarse seducir por el bloque gobernante. Si la pregunta sobre si esto funciona se formula es porque ya se cree que esto es lo único que puede funcionar. Que se está dispuesto a dejarlo funcionar,  que sus actos pasen, sus leyes, su estilo. O sentarse en la vereda y observar el ejercicio gubernamental de una fuerza que ha ganado unas elecciones que han deslumbrado a muchos. Lee el resto de esta entrada »

¿La victoria da derechos?

In Elecciones 2017, Opinión, por José Pablo Feinmann on 29 octubre, 2017 at 11:49

«Los vencedores del 80 saben que ahora pueden moldear el país a su entero arbitrio. Es el precio de la victoria: ahora –se dicen– hacemos lo que se nos da la gana, para eso hemos ganado», señala José Pablo Feinmann en esta nota.

Leemos hoy:

«El 3 de febrero de 1852, Urquiza, al frente del Ejército Grande, derrota a Rosas. Le promete al general Chilavert –que conducía las fuerzas del Restaurador– que habrá de respetarlo, que nada le pasará. No bien el general abandona la tienda de Urquiza, es fusilado. “¡Tiren aquí! –grita señalándose el corazón–. La victoria da derechos. Lee el resto de esta entrada »

Palos y pizarrones

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 16 abril, 2017 at 9:42

«La inteligencia es siempre peligrosa. En este mundo que propone zombis se desea que nadie piense. El palo del policía no piensa, pega, pero sabe donde pega. Le han dicho donde pegar. Se ha decidido que pegue porque se ha decidido que la política es guerra. Si uno decide no dialogar tiene que reprimir», plantea José Pablo Feinmann en esta nota.

Leemos hoy:

«Comencemos por la frase de Clausewitz: la que propone la guerra como la continuación de la política por otros medios. Lee el resto de esta entrada »

¿Cuántos excluidos esperan a las puertas de Buenos Aires?

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 28 febrero, 2016 at 7:27
"¿Qué hace la periferia, qué hacen sus sobrevivientes? Emigran al Centro para sobrevivir. Aceptan cualquier cosa. La humillación. El racismo. Sólo se trata de subsistir. Hasta que un día (estos días) todo estalla. Se hartan. Dicen: no. Un no que no tiene ideología. No saben cómo superar lo que hay. No sueñan con un mundo mejor. Querrían vivir y trabajar en éste. Pero este mundo (el del capital, el del mercado) no da trabajo, impide vivir. Entonces sólo resta destruirlo", plantea José Pablo Feinmann en esta nota. (foto Horacio Coppola)

«¿Qué hace la periferia, qué hacen sus sobrevivientes? Emigran al Centro para sobrevivir. Aceptan cualquier cosa. La humillación. El racismo. Sólo se trata de subsistir. Hasta que un día (estos días) todo estalla. Se hartan. Dicen: no. Un no que no tiene ideología. No saben cómo superar lo que hay. No sueñan con un mundo mejor. Querrían vivir y trabajar en éste. Pero este mundo (el del capital, el del mercado) no da trabajo, impide vivir. Entonces sólo resta destruirlo», plantea José Pablo Feinmann en esta nota. (foto Horacio Coppola)

Leemos hoy:

«Aquí, en nuestro país, se presenta un problema. Si se achica el Estado, si se despide a la gente, se crea la desocupación. La desocupación lleva a la protesta social. Si se la criminaliza hay que reprimir. Y cuidado: la policía “tiene hambre”. Tiene bronca. Lee el resto de esta entrada »

Ayer mataron a Salvador Allende

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 12 septiembre, 2014 at 14:37

Leemos hoy:

«Sería ingenuo no creer que el 11 de septiembre que el mundo recordará será el de las Torres Gemelas antes que el de Chile. El de las Torres tuvo una audiencia en simultáneo, un público atónito que asistía, compartiéndolo, en vivo y en directo, a uno de los acontecimientos más poderosos de la historia humana. No menos poderoso fue el de Chile, pero nos tenía más acostumbrados. Sin embargo, no bien se desplegó el terror pinochetista supimos que eso era nuevo, no tenía antecedentes. Lo mismo sucedió con el terror de la Junta argentina. Lee el resto de esta entrada »

Deconstrucción y odio

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 20 enero, 2013 at 10:12
"El periodismo de hoy carece de barreras morales", plantea en esta nota José Pablo Feinmsnn.

«O se crean opciones diferenciadas, que puedan al menos pensar al margen del odio, o el futuro se presenta oscuro y repetitivo», plantea en esta nota José Pablo Feinmann.

Leemos hoy:

«Han surgido –acaso sin saberlo– maestros de la deconstrucción. Se apoderan de un texto y alteran su sentido. Ante todo, por el lugar y el espacio que le dan en la red. El lector de Letrinet, siempre superficial y apurado, leerá el copete y seguirá adelante. Pero con la simple lectura del copete hará su juicio sobre el escrito del emisor. Y, para colmo, vomitará algún veredicto insultante, veloz, que llega con frecuencia a la cumbre del ultraje… Lee el resto de esta entrada »

¿Qué significa (hoy) El Eternauta?

In Cultura, Historieta, Opinión, por José Pablo Feinmann on 27 agosto, 2012 at 15:36

«Vea, eso nos enseñó Oesterheld: a estar del lado de los indios, de los que siempre pierden, de los desplazados, de los masacrados, de las víctimas», plantea en esta nota José Pablo Feinmann.

Leemos hoy:

«La derecha ignorante y torpe que pretende gobernar en la Argentina ha cometido otro de sus grandes desatinos. Más grave que el del policía Palacios con el que pretendía cuidar nuestra seguridad. Más grave que la designación del desdichado y resentido Abel Posse, lleno de odio hacia los jóvenes. No, este error ofende profundamente a nuestra cultura y a la concepción de la defensa de la vida en la Argentina. Lee el resto de esta entrada »

Feinmann sobre el nuevo billete con la cara de Eva

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 29 julio, 2012 at 21:35

Leemos hoy:

«(…) no sé si me agrada verla a Eva en un billete, sea del valor que sea. El dinero es la mercancía de las mercancías. La mercancía a la que todas remiten. Si no, se retornaría al trueque. La mercancía es el alma del capitalismo. Más allá del dinero –como mercancía absoluta que sostiene el sistema– sólo restan los metales preciosos. ¿Cómo no voy a acordar en sacarlo a Roca de un billete (que es el alma de la clase oligárquica que él consolidó) aunque sólo sea para no verle la cara? Pero la cara de Eva apreciaría verla en otros paisajes. Lee el resto de esta entrada »

“Hay que dejarse de joder y apoyar el proyecto”

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 26 diciembre, 2010 at 11:41

"En este país la izquierda nunca entendió que la realidad ofrece resistencias, y que se pueden hacer ciertas cosas y otras no", plantea José Pablo Feinmann en esta nota.

Leemos hoy:

«(…) con la muerte de Néstor la juventud explotó, pero en realidad ya había arrancado antes. Lo veo con mis hijas: la mayor trabaja en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que dirige Eduardo Jozami, y la menor me vive preguntando dónde militar, porque tiene muchas ganas de hacer cosas. Me parece que los jóvenes recibieron el “calor” que les daban Néstor y Cristina, esa suerte de conjunción donde ella era lo racional, con una inteligencia superlativa, y él lo visceral, lo peleador. Los jóvenes fueron algo impresionante, porque entre otras cosas, y volviendo a los Kirchner, reconocieron la fuerza de un tipo joven que había muerto, y la ternura de alguien a la que justamente se le reprochaba no demostrar sus sentimientos, reconociéndole que “sólo” era inteligente. Bueno, esos días Cristina los mató a todos, porque más sensible, imposible. Lloró, acariciaba el cajón, le decía “cabezadura”. Impactó. Pero además, no olvidemos en este contexto de las ganas de la juventud lo que significa el mapa latinoamericano. Hace un montón de tiempo que América Latina no presenta una serie de gobiernos populares como estos, porque no hay mucho más que se pueda hacer. Cuando recibo los folletos de los llamados partidos de izquierda, ruidosos pero compuestos por muy poca gente, me doy cuenta que no entienden nada de política. Son maximalistas, piden siempre reforma agraria, toma del poder, expropiación de la fortuna. El Plan de Operaciones de Mariano Moreno, más o menos. Es lo mismo que Moreno, que en esa época no tenía nada, a nadie más que a (Juan José) Castelli. Pero no vamos a discutir eso ahora, saco el tema porque yo creo que Moreno hizo un plan y no se preguntó nunca con qué poder político imponerlo, lo mismo que los partidos de izquierda.
–Tampoco pudo. ¿Y lo del veneno en el barco?
–¿Qué veneno? No creo que haya sido veneno, eso es un invento de (Felipe) Pigna. No… ¿quién querría matar a Moreno? (Cornelio) Saavedra era un tarado. ¿Los ingleses lo iban a matar? ¡Si Moreno les iba a dar la isla Martín Garcia! Dejá, estoy podrido de discutir de esas cosas. Además, no discuto, y menos con los pibes de los partidos de izquierda. Para ellos todo es reaccionario,  nada alcanza, siempre falta algo, y eso no es hacer política. Si supieran lo que es llegar al poder y tener que ver lo que aparece, las cosas que hay que hacer para poder gobernar, incluso en lo que hay que convertirse para poder gobernar. En este país la izquierda nunca entendió que la realidad ofrece resistencias, y que se pueden hacer ciertas cosas y otras no. Más o menos eso están entendiendo los gobiernos populitas y populares de América Latina. El de (Rafael) Correa es interesante por lo que pasó, por el coraje que tuvo el tipo. Lo de Evo (Morales), bueno, ¿quién no lo puede querer a Evo? Además, no olvidemos que Bolivia es un país que mata a todos sus presidentes progresistas, lo arregla así, simplemente. (José) Mujica también despierta esperanzas. Te cuento una anécdota de Mujica: estábamos en una cena hablando de varias cosas, con Hernán Patiño Meyer. En un momento, Mujica se me acerca al oído y me dice: “¿Sabés qué pasa José?, antes queríamos cambiar el mundo; ahora, si asfaltamos algunas calles estamos conformes” (se ríe).
(…)
–Volviendo a los partidos de izquierda y al llamado progresismo, como por ejemplo “Pino” Solanas. ¿Qué opinás del desconocimiento de los avances que pudo hacer el país desde 2001?
–En realidad preferiría no hablar de Pino, porque me iría de boca. Tengo mucha bronca con él, mucha bronca. Pino no para de subirse a estatuas. Desde La hora de los Hornos estaba bien, pero ya cuando después hace una película con todas las respuestas del viejo, va al exilio… Se puede hacer una política independiente apoyando a un gobierno que es sin duda lo mejor que podemos tener. Y si es lo mejor que podemos tener, y las elecciones están a seis meses, hay que dejarse de joder y apoyar este proyecto. Lo que pasa es que Pino quiere estar a la cabeza de algo importante, y eso “importante” es Proyecto Sur, eso es Pino en su personalidad, yo lo conozco bien. Además le debo muchos insultos, porque cuando se estrenó Eva Perón, con un guión que era totalmente mío, empezó a putear contra la película diciendo que agredía al general Perón, que parece propiedad suya. Otra cosa, recuerdo aquel proyecto del Imaginario Latinoamericano que quiso hacer en el ’89.
–Cuando tuvo aquella famosa pelea con Julio Bárbaro, el secretario de Cultura de Menem.
–Sí. Julio me llamó muy dolorido. “Pino anda diciendo que soy un corrupto”, me contaba. Bueno, al final se pelearon y vino “El Turco” y les dijo “no muchachos, esto es para mí” (ndr.: el lugar elegido para el proyecto era Galerías Pacífico, donde finalmente Carlos Menem instaló un shopping beneficiando a su empresario amigo Mario Falak).
–Hablemos de toda la oposición, porque también están la UCR, el PRO, la Coalición Cívica de Elisa Carrió. ¿Los ves desesperados por ocupar un nicho, nerviosos porque se dan cuenta que quedaron descolocados políticamente?
–El tema es que nacieron descolocados. Porque escuchame, “Ricardito” Alfonsín es un personaje patético, lo único que tiene es ser hijo de Raúl, y encima le dijeron “el bigote no te lo saques”. Para mí, ser hijo de alguien no es ningún rédito, y eso tiene la UCR; es decir, no tiene nada. Con respecto a esta mujer que yo no nombro, la señora con sobrepeso y de relación directa con Dios, no tiene idea de lo que es la política, ni de lo que significan las declaraciones públicas, ni de lo que es manejarse dentro de la sociedad civil. Te pongo un ejemplo definitivo: una persona que dice que Kirchner es Hitler sin los campos de concentración, y la cabeza no le da para darse cuenta que Hitler sin los campos de concentración no es Hitler, directamente no sabe pensar, querido…
–Vayamos a cuestiones semánticas: ¿hay una “derecha” hoy en la Argentina? Y si es así, ¿cómo está representada, y en qué se diferencian los que nombramos recién de esa derecha?
–Sí, por supuesto que hay una derecha. Cuando yo hablaba con Néstor en los primeros tiempos, le decía que la derecha necesita uno solo, y no apareció. Me refiero a que no apareció ese tipo que pudiera plantarse frente a Néstor y Cristina. Fijate cuando surgió (Juan Carlos) Blumberg, y recordá la fragilidad de Néstor, que creo que lo llevan a Río Gallegos con un problema intestinal. Ahí está la verdadera derecha, porque esa movilización la hizo Radio 10. La verdadera derecha está en los medios de comunicación. La revolución comunicacional son los medios, que atrapan tu subjetividad. Michel Foucault, cuando habla de sujetar al sujeto, no analiza los medios de comunicación, pero dice que el poder tiene la función de sujetar al sujeto, es decir hacer del sujeto un vasallo del poder a través del manejo de la información. Yo a eso lo llamo “el sujeto otro”, el sujeto que es otro de sí mismo, porque no es el auténtico sujeto, es el sujeto constituido desde afuera por los medios. Por eso la lucha contra Clarín tiene un gran sentido, un sentido te diría ontológico, para que no exista un medio tan enorme que pueda hacer que toda la población piense lo que ese medio quiere que piense. Porque la función de los medios es lograr que la verdad sea la que ese medio marca. Es una lucha por la verdad, y el que impone la verdad tiene el poder.
–Convertir aquello subjetivo en algo “objetivo”.
–Claro, por eso decía lo de la verdad del poder, lo que ellos tratan de imponer a través de los grandes diarios y hasta de los noteritos que mandan por ahí, bien adoctrinados con la idea del ALCA, de reducir el Estado, de dejar totalmente libre al mercado, de usar los salarios como reguladores de la economía, de no distribuir la riqueza. Bueno, ese es el plan de la derecha: rechazar los populismos latinoamericanos, abrirse a relaciones por ejemplo con Chile y alejar el “fantasma” de (Hugo) Chávez, o las “relaciones carnales” con los Estados Unidos, como muy bien dijo Menem. Con respecto a la pregunta de en qué se diferencia esa oposición de la derecha, te diría que en nada. Directamente “son” la derecha. ¿Cuántas veces la señora con sobrepeso estuvo de acuerdo con La Nación, y Pino con Clarín? ¿Dónde fueron cuando se hizo la concentración de la 125? Pino estuvo con la Sociedad Rural. Un tipo de izquierda nunca puede estar con la Sociedad Rural.
–Recuerdo una respuesta que Jorge Lanata le dio a Ernesto Tenenbaum, cuando le aclaró que él siempre estuvo a favor de los más débiles, y como en la puja Gobierno-Clarín el grupo era el débil, apoyaba a Clarín sin dudar.
–Mi respuesta es que Lanata está loco. Miente. Es muy sencillo, se miente. ¿Cómo va a considerar a Clarín algo débil? Me da pena que haya salido al escenario del Maipo con un plumero. Pero es muy piola, en vez de salir con plumas, como las vedettes, salió con un plumero. Qué piolada se mandó; ese muchacho cruzó la vereda del peor modo en la historia. Y en cuanto a Página/12, lo fundó, pero lo dirigió nada más que dos años… y al lado lo tenía a Ernesto Tiffenberg, así que ojo con atribuirle todo a ese tipo.
–¿Le tenés miedo a la palabra populismo, un término que muchos tienden a demonizar?
–No, para nada. Lo que pasa es que para la derecha es sinónimo de manipulación de masas, de agresión a las instituciones, de desprecio al parlamentarismo, de masas vacías. Ojo, porque también hay un toquecito de izquierda, que consiste en decir que el populismo tapa la lucha de clases. Y que no distingue dentro del concepto de pueblo los conflictos internos, los conflictos sociales, lo cual es falso. Comprendo que ellos sacan el tema del populismo para no nombrar tanto al peronismo. En el fondo son gorilas, porque como dice Horacio González, ser gorila es pensar a partir de un prejuicio. Vos tenés un prejuicio, un prejuicio casi visceral: sos antiperonista, y si sos antiperonista no podés pensar la Historia argentina, te la perdés. Fijate en mi libro: tiene todas las posiciones posibles, se enojaron todos, pero a su vez todos quedaron conformes. Dijeron: “Bueno, qué abierto”. Porque como el peronismo es tan basto, yo no tomé ninguna postura. Por ejemplo: el primer gobierno de Perón estuvo bien, pero de 1953 a 1955, una cagada atrás de otra. Se fue sin pelear, no como Salvador Allende, que murió en su puesto. Después, la resistencia peronista es gloriosa. En cuanto a los montoneros, bajo una dictadura como la de (Juan Carlos) Onganía es comprensible, pero la violencia desde el ’73 no tiene sentido, porque ya está el gobierno democrático de (Héctor) Cámpora. Y menos tiene sentido el asesinato de (José) Rucci, a partir de lo cual Montoneros se ilegaliza, y yo me voy con la JP Lealtad.
–¿Y Perón?
–A su vez Perón esta ilegalizado desde Ezeiza. Es un Perón siniestro, no tonto, pero siniestro, que viene a hacer la tarea sucia de los militares, incomprensible. El viejo le dijo a Jorge Antonio: “Yo llego, tomo un vaso de agua, un micrófono, pego dos gritos y todos los pibes se van a sus casas”. Era un megalómano infernal, ese sí que se creía Dios. Y en lugar de hacer política, de integrar, como lo había hecho siempre, no, le da el avance a (José) López Rega, admite la Triple A. Nadie puede decir que Perón no sabía lo de la Triple A. Yo esto te lo digo con mucha pena, con mucho dolor: ojalá se hubiera muerto en Madrid, es una tragedia que Perón haya vuelto.
–¿Por qué decís que últimamente resurgió el gorilismo? Convengamos que la palabra gorila estaba un poco olvidada.
–Por los Kirchner, porque acá hay una cosa importante que está en juego. Cuando Néstor dice “pertenezco a una generación diezmada”, ay mamita, ¿vos te imaginás todos los Grondonas, los Morales Solá? “Este es un montonero”, gritaron. Y vieron que efectivamente el gobierno se llenaba de setentistas,  lo que para mí es formidable. Por eso le va tan bien, es un gobierno muy inteligente, y ahí está la explicación de por qué mataron a tantos compañeros. Fue una generación como hubo pocas. Con el tema del gorila, hay algo que Eduardo Aliverti dijo perfecto: con Menem estábamos todos bien, estábamos todos de acuerdo, porque el monstruo estaba ahí. Pero resulta que acá viene un tipo que dice que es peronista, y que pertenece a los setenta, y entonces los medios empiezan a tirarle de todos lados. Por ejemplo las radios, ¡y los taxistas! Porque te digo una cosa: en este país, los taxistas son un instrumento ideológico. ¿Qué es el tacho ideológico? El tipo que mientras maneja te habla, te habla, te habla de cualquier cosa. Los tacheros se meten en política, y de repente te sacan un tema. “Voy a Talcahuano y Corrientes”, le decís al tachero, y lo primero que te contesta es “Y… si llegamos, fíjese que están los piqueteros”. Y uno no tiene ganas de hablar de eso, te tenés que hacer el burro. Con tacheros tengo varias. Una vez me subí a un auto y el tipo me habló de “esa negra infame”, por Cristina. Otro día lo putearon a “ese tira bombas de Kunkel”. Mirá, yo creo que hay una central que los adoctrina, una especie de Escuela de las Américas de tacheros (se ríe). El tacherismo,  además, estuvo adoctrinado durante muchos años por Radio 10. Pero no sólo los taxistas son el problema, no nos olvidemos que durante la dictadura, los autos tenían pegada la calcomanía de que éramos derechos y humanos. Hay que preguntarse un poco por las convicciones de nuestro pueblo.
–En la época de la comunicación y las distancias que se acortan, sin embargo le das importancia a la militancia territorial, al trabajo de base. ¿Por qué?
–Porque creo que los medios no están en manos nuestras; los medios están en manos de todo el poder mediático. Y porque no le tengo mucho aprecio a Internet, me parece que es como una cloaquita. Te cuento mi caso: hay un tipo que se hace llamar José Pablo Feinmann, tiene como 10 mil abonados, e incluso me manda cosas a mí. En la red por ahí creés una cosa, y andá a saber qué es. ¡Y los foros, escribe cada tipo, son impunes! Una vez un tarado hizo un foro porque yo escribí una nota cuando se murieron (Ingmar) Bergman y (Michelángelo) Antonioni, diciendo cosas horribles de ellos. Resulta que  abrieron un foro, y algunos estaban a favor de la nota. Lo increíble es que los que estaban en contra no argumentaban absolutamente nada, lo único que hacían era putear. Eso te demuestra el nivel de intolerancia y desconocimiento.
–¿Quién es para vos la “buena gente”, como dijiste en el programa TVR?
–La gente buena es la gente que respeta los Derechos Humanos, la que quiere reducir la pobreza, los que escriben buenos libros, los profesores, los buenos periodistas, los que no se dejan comprar.
–¿Que opinás del cachetazo de Graciela Camaño a Carlos Kunkel?
–Eso es impotencia, un verdadero acto de impotencia. Cuando vos no tolerás lo que está diciendo el otro, y no se lo podés refutar hablando, reaccionás de esa manera. Una piña nunca es un acto de justicia, es un acto de desesperación. Un acto violento por el cual vos tratás de intimidar al otro para que no hable más. “Le cierro la boca de una trompada”. No, lo que tenés que hacer es cerrarle la boca con argumentos. El Congreso es un recinto de la democracia, pero si vos vas y le das una piña a otro, ese lugar se convierte en el basural del barrio. No sé, esa mujer debe hacer artes marciales, porque mirá que hay que darle una piña a Kunkel (se ríe).
–¿Qué realidad imaginás en lo inmediato, teniendo en cuenta 2011 como año electoral y de reacomodamiento de piezas después de lo que pasó con Kirchner?
–Veo y deseo la reelección de Cristina, y la formación de un gabinete donde no falte Juan Manuel Abal Medina hijo, y al que Martín (Sabbatella) esté invitado, porque realmente es un tipo que demostró mucha inteligencia . Como decíamos antes: un tipo que conserva su identidad y a la vez no va a joder el proyecto. Quiero que siga ese proyecto, nacional, popular, autónomo, de soberanía, de intervención del Estado para que no haya injusticia social. Un proyecto donde el Estado no sea devorado por los poderosos, donde entregue créditos para que los pequeños puedan crecer, donde se impulse el desmantelamiento de todos los monopolios, donde se implemente la Ley de Medios, donde sigan desarrollándose los Derechos Humanos, y los juicios a los responsables de la dictadura. Te digo algo: la gente está enamorada de Cristina, por su entereza y por la manera en que siguió adelante».

(Leer completa la nota a José Pablo Feinmann haciendo click acá)

Aseveraciones lógico-políticas

In Opinión, por José Pablo Feinmann on 28 octubre, 2010 at 7:02

"Néstor Kirchner compartió su vida y deslizó la presidencia en manos de un valioso cuadro político, de una mujer fogueada y hecha en la gran política. De una mujer de excepcional inteligencia", plantea José Pablo Feinmann en esta nota.

Leemos hoy:

«1. Néstor Kirchner no era Perón. 1.1. Perón dejó como sucesores a una Presidenta inepta y a un criminal paranoico. 1.2. Néstor Kirchner compartió su vida y deslizó la presidencia en manos de un valioso cuadro político, de una mujer fogueada y hecha en la gran política. De una mujer de excepcional inteligencia. Se me perdonará esto: pero estudié la carrera de Filosofía y ahí recibí mi título. Dediqué mi vida a la filosofía y a la literatura. Sé cuándo alguien sabe pensar. Ningún presidente de la historia argentina pensó con el rigor y la inteligencia de Cristina Fernández.

2. Perón, al regresar, dedicó sus mayores afanes a perseguir y aniquilar a los jóvenes del peronismo, armados o no. Evidentemente el padre Mugica, asesinado por Rodolfo Almirón de la Triple A, organización construida a la vista (aprobatoria) de Perón, no era un hombre armado ni clandestino. (Menos aún lo mataron los Montoneros, como dicen algunos pérfidos que buscan aliviar las culpas de la Triple A. ¡Valiente tarea, qué cercanos se sentirán a ella!) Tampoco lo era Enrique Grynberg, que manejaba un Ateneo en Saavedra. A Kirchner la muerte lo sorprende en pleno diálogo con la juventud. En plena construcción de una de las cosas que hoy más necesita el justicialismo: la construcción de la militancia territorial. 2.1. Cuando murió Perón, el establishment se asustó, y mucho. Porque el tercer Perón era un guerrero del establishment que, para beneficio y alegría de ese sector con el que tan bien negoció, le estaba haciendo la tarea sucia. 2.2. Con Néstor Kirchner, buena parte del establishment y las clases altas y las clases medias altas festejan jubilosos. Hubo censistas que ya hoy llegaron a casas que estaban con las puertas abiertas y festejando. En muchos hogares, hoy, ya hoy, con el cadáver del ex presidente aún tibio, se festejó con champagne. 2.3. Seguramente también en muchas editoriales. Se podrían dar nombres, pero no es el momento y –además– todos los conocen.

3. El vicepresidente de Perón era su esposa, sumisa, a él y al monje umbandista Daniel, asesinos ambos. La sucesora y compañera de vida de Kirchner es Cristina Fernández. Su vicepresidente es un traidor y ayer le añadió a la traición la mentira, que son hermanas de sangre, que van juntas porque traicionar es mentir y gravemente. Tuvo ayer el exasperado caradurismo de decir que había muerto un gran presidente. ¿Por qué le clavaste un cuchillo en la espalda al proyecto de un gran presidente, Cobos? ¿También esa crueldad, esa torpeza, esa traición al país le hiciste? 3.1. Cristina Fernández es de esos seres humanos que se agrandan ante la adversidad. La verán llorar. ¿Cómo no va a llorar al compañero de una vida? Y como una mujer. O como cualquiera. Cualquier ser sensible lloraría en una circunstancia semejante. Yo, ni lo duden. Lágrimas lacerantes. Pero Cristina es notoriamente fuerte. La desdicha le dará poder. La desdicha la hará todavía más dura en la lucha. No festejen tanto, señores. Acaso ni sospechen lo que tendrán que enfrentar de aquí en más.

(…)

3.3. Cristina Fernández no queda sola. Tiene a su alrededor cuadros de gran valía. De gran inteligencia. Voy a dar algunos (sólo algunos nombres): Juan Manuel Abal Medina (h), Marcos Zanini (¡vamos, negro!, ¡respalde a la Presidenta con todo lo que usted tiene y sabe: lucidez política amasada a lo largo de años y polenta), Daniel Filmus, brillante intelectual, Aníbal Fernández, el político jauretchiano: nadie desde Jauretche usaba el humor en la política como él lo hace (y no me vengan con los chismes de letrina de lo que fue o lo que no fue: los hombres, en esta Argentina dramática, importan por lo que son y por lo que hoy están dispuestos a hacer). Y muchos más. Y todos los pibes, que cada vez son más. Y que –contrariamente a lo que les ocurría a los jóvenes desde el ’80 hasta el 2000– hoy le encuentran un sentido a su vida en la militancia, en la política.

4. Todo esto y más también tiene usted, Presidenta, para gobernar este país y llevarlo a buen puerto. No es poco. Eso, unido a su talento, a su fortaleza duplicada por la mala mano que Dios (que, de argentino, disculpen, pero: nada) otra vez nos ha dado, le otorgará a los que ya la apoyaban y a los que de aquí en más verán que apoyarla es la única salida para el país y que, por otra parte, usted lo merece, la decisión de estar a su lado, en esta hora amarga pero también en esta impecable coyuntura en que los bravos, los que no bajan los brazos, los que no se dejan vencer por las adversidades que el destino siempre trae, duplicarán sus fuerzas para tratar, al menos, de estar a la altura de las suyas».

(Leer completa la nota de José Pablo Feinmann haciendo click acá)