
«Con el retorno democrático, el gobierno de Raúl Alfonsín heredó la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE) que funcionó como un engranaje determinante en el aparato de exterminio de la dictadura. La desmilitarización tuvo sus consecuencias: secuestros, asesinatos y custodios presidenciales infiltrados. Eso, en un contexto político sinuoso entre el movimiento Carapintadas y el copamiento a La Tablada», plantea Juan Carrá en esta nota. (foto Archivo)
«Una de las herencias más pesadas que recibió Raúl Alfonsín al asumir la presidencia en la reapertura democrática fue el control de la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE), pieza fundamental del aparato de exterminio que montó la última dictadura cívico-militar. Lee el resto de esta entrada »